VIDEOPOEMA

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jueves, 21 de julio de 2016

Mi humilde comentario sobre este poemario

Sobre "Con hilos de soles y lunas". 


Que el sol y la luna estén contenidos en un título es interesante pero que soles y lunas de todo cuanto existe estén entretejidos con hilos tan textuales como la tela de una araña en medio de los capullos de una flor, es mágico.

Esta urdimbre de palabras, estos tejidos donde la esencia del ser casi alcanza su máxima exteriorización  genera inquietud y deseos por socavar este poemario de la escritora colombiana, Susana Jiménez Palmera.

Debo confesar que al tener su libro entre mis manos hubo cierto grado de bombardeo en el corazón, temiendo encontrar algunos hebras de los “hilos” de Chantal Maillard, escritora que destaco en estos tiempos, a quien sin conocer agradezco siempre su invitación a la creación, a poetizar, a hacer como el pájaro que bebe agua; además porque su descriptiva del dolor, la partida de su hijo y duelo vivido y plasmado en algunos de sus libros, me acerca más a su poética.

Abro el libro de CON HILOS DE SOLES Y LUNAS de Susana Jiménez, estos son otros hilos; estos son hilos que entretejen vivencias, observancias y emociones que se perciben desde la metáfora de la sorpresa inmersa de la vida misma, de su vida y de la creación Divina.

Me detengo entonces a oler sus páginas de tinta recién untada para la retina de sus lectores. Voy a la última página (tiendo hacerlo con todo libro que inicio su lectura), leo su último poema, me pregunto antes de leerlo, ¿por qué dejó este poema en la última página? ¿Lo creyó con menos fuerza o que iba a hacer menos apreciado por los lectores? o por el contrario ¿quiso un cierre de impacto con unos versos que el lector grabara en su memoria?

En efecto, si fue por el cierre de su tejido debía pronunciarse la palabra muerte, aunque también es cierto que al cierre de todo ciclo, como sucede con el tejido de la araña, termina hoy y comienza uno nuevo, creo es la puntada necesaria para sus nuevos hilos a tejerse en otro poemario, de seguro con nuevas latitudes y miradas de su mundo y de lo que la rodea… Aprehendo entonces de ese último poema estos versos que me invitan a volar:

Aprender a transitar
por las alturas
y reconocer en la tierra
los rincones del cielo
debería ser un acuerdo.

Sabiendo el final en esta página de su tejido textual -aunque suene redundante- me incita al inicio, allí donde una flor, un aroma o un lugar excepcional para la poeta, pueda ser la gesta de hilos sobre hilos convirtiendo su universo en telar de todos sus lectores. Vi sus ojos esquivos a la cruda realidad, tal vez porque para esta entrega se dejó sorprender y deja un mejor sabor en boca todo aquello que involucre la belleza que ella rescata de sí, de lo que ve y de lo que define como tal. Y no por destacar la belleza de todo cuanto existe deja de lado "estadios de la existencia".  Esa es una forma de conocer a la autora, sus aficiones, los detalles con los que sorprende sus días, las horas e invita a la lectura de su poética reposada, pausada y atizada para cada momento según el estado de ánimo del lector. 

No sé qué haré con esta manera
de mirar la vida
si no me detengo en la crudeza.

Y Así voy entrando en su telar, el mundo que intento dilucidar en vano. Sí, es erróneo querer desnudar a un poeta más allá de lo que sus desnudos permiten aventurarnos en el entretejido de sus versos, como es el caso de Susana.

El beso del silencio

Llegó como raíz dulce
que enhebra el aire,
como el beso del agua.
Cuando el espíritu
no resistía
el embate del verano
que sembraba rumores
y regaba grietas
con palabras vanas.
Llegó sin prisa
en los labios.
Llegó y enterró la memoria
de las voces pasadas.

No son textos que se leen de golpe, con algunos el vuelo es más liviano pero con tal profundidad que se nos va el tiempo y se olvida el aterrizaje; en el resto de poemas hay que sumergirse más al fondo, bucear cuanto sea posible para encontrar significancias que la misma autora tal vez desconozca, para tal aseveración acudo a lo que se dice que poema publicado deja de ser del poeta  y pasa a ser de los lectores para que cada quien lo viva hasta donde esté dispuesto a vivir tal inmersión.

Presagios

Nadie se levanta
con los pasos contados
ni clama a la sombra
para tapizar la nostalgia,
tampoco la persigue
para tejerle llagas
y vestirla de luto.

Ninguno elige ser suicida
aunque esté al borde de la fosa.
Nadie acerca la boca
para recibir condena
ni entrega sus manos
para que el látigo castigue.

Habitamos
madrugadas de papel sombrío
y presagios de agonías
que están aseguradas
en el mercado libre de las heridas.

Cierro mi texto con estas palabras. Con Hilos de Soles y Lunas es más que una yuxtaposición de imágenes, la poeta piensa, siente y escribe, deja su mirada de la vida, de todo cuanto es ella y es lo que está a su alrededor que la embarga de emociones.

Invitados todos a disfrutar de una poesía decantada, con ritmo y musicalidad a tono con las reflexiones  propias de su autora, poeta que se define “Sin artificios y con profundo amor por la palabra, canta y se cuenta en versos”.

Dina Luz Pardo Olaya

Poeta y Gestora Cultural colombiana